En nuestro rol como CEO’s de las tres empresas líderes en servicios de Recursos Humanos, estamos sumando fuerzas para permitir que las empresas y los trabajadores vuelvan al trabajo de forma segura llegado el momento.
La crisis sanitaria por COVID-19 está planteando desafíos sin precedentes a personas y economías de todo el mundo. Para limitar la recesión económica y el impacto que ello tendría en la capacidad de las personas de ganarse la vida, el mercado laboral y todas las partes pertinentes, deben adaptarse rápidamente a esta nueva realidad, una nueva normalidad en la que el distanciamiento físico y otras medidas estrictas serán una parte integral de todos los procesos relacionados con el lugar de trabajo durante un periodo de tiempo considerable.
Creemos que es necesario tomar medidas urgentes para estar totalmente preparados a fin de que las personas vuelvan al trabajo de forma segura cuando llegue el momento. Es crucial para la economía sincronizar todo esto con precisión. El ritmo variará en función del país y del sector, y dependerá de los conocimientos que se obtengan de las oleadas y de las etapas de la pandemia a nivel mundial.
Se precisa una colaboración y una coordinación sin precedentes por parte de las diversas partes implicadas, desde los empleadores y los gobiernos hasta los sindicatos y las instituciones, con objeto de estar preparados para la nueva normalidad en el lugar de trabajo.
Dada la urgencia, hemos creado una alianza en el sector de los servicios de Recursos Humanos. Junto con la industria en general, asó como con los mayores empleadores del sector privado y expertos en el mercado laboral del mundo, nos estamos esforzando por hacer una contribución vital a este proceso de preparación a la nueva normalidad para agilizar, tanto el regreso de la gente al trabajo de forma segura, como el funcionamiento de las empresas y las economías. Tan solo en 2018, la industria contrató a casi 60 millones de trabajadores para cubrir puestos de trabajo en docenas de países y sectores. Estamos dispuestos a aplicar toda esa experiencia y todos esos conocimientos a medida que las economías se vayan abriendo de nuevo al mercado.
Las medidas de la alianza se basarán en el intercambio de las mejores prácticas en materia de protocolos de salud y seguridad, que deberán elaborarse o actualizarse para la «economía del distanciamiento físico» temporal.
Para poder ofrecer el mayor nivel de certeza posible a los trabajadores y a los negocios, es fundamental que los países y las industrias compartan dichas mejores prácticas, así como que se creen nuevos canales para ampliar a gran velocidad los protocolos que sean eficaces.
Invitamos a los empleadores, a los sindicatos y a las organizaciones no gubernamentales (ONG) a colaborar con nosotros. Al mismo tiempo, hacemos un llamamiento a los gobiernos para que apoyen, estimulen y refrenden estos esfuerzos. Instamos a otras partes pertinentes a que sumen sus fuerzas para que las empresas y los trabajadores puedan volver a trabajar de forma segura y productiva, garantizándose al mismo tiempo la seguridad de todos.