El trabajo por objetivos es una modalidad que cada vez cobra más fuerza dentro del mercado laboral. Está tendencia pretende mejorar los índices de productividad y la motivación de los equipos dentro de una empresa.Trabajar por objetivos puede resultar una muy buena estrategia para aquellas organizaciones que buscan alcanzar resultados medibles y exitosos, ya que esto les permite evaluar de forma objetiva los diferentes aspectos relacionados con las tareas y funciones a desempeñar por sus colaboradores.
En Randstad queremos compartirte una de las metodologías más relevantes y poderosas para trazar correctamente los objetivos de tu compañía.
Sin duda, al momento de comenzar un nuevo proyecto, es indispensable la creación de objetivos, dado que con ellos aumentamos las posibilidades de lograr mejores resultados y un seguimiento más puntual de los avances del proyecto. Uno de los métodos más utilizados por las organizaciones en el mundo laboral actual es el “SMART”, el cual hace referencia a que los objetivos deben de ser:
- Específicos (Specific): Los objetivos deben de plantearse de forma clara, concisa y concreta dejando a un lado la ambigüedad.
- Medibles (Medibles): Todo objetivo debe de contar con un elemento cuantificable.
- Alcanzables (Achievable): Para alcanzar el éxito, es necesario que los objetivos sean retadores y ambiciosos para los colaboradores, esto con el fin de que no pierdan la motivación y las ganas de superarse, pero no se debe perder de vista que también los objetivos planteados sean realistas y puedan lograrse en tiempo y forma.
- Relevante (Relevant): Los objetivos de un proyecto deben de ser significativos para la compañía, tener un propósito y contribuir a las metas que se buscan alcanzar de forma general para la organización.
- De duración limitada (Time-bound): Los objetivos deben de tener un plazo determinado, siempre es necesario fijar una fecha límite para la consecución del propósito marcado.
Asimismo, esta metodología plantea que, para que los miembros de un equipo de trabajo puedan alcanzar resultados exitosos, deben definir sus objetivos, haciéndose una serie de preguntas: ¿qué?, ¿quién?, ¿dónde?, ¿cuándo?, ¿cuál? y ¿por qué?. Al utilizar los 5 criterios antes mencionados, que propone esta metodología, se logra un sistema de gestión de objetivos que le permite a las empresas marcar metas de forma inteligente, logrando una mejor ejecución, seguimiento y consecución de los proyectos.
En cualquier iniciativa o proyecto, los objetivos son una parte clave del proceso de planificación. Así mismo, también deben tomarse en cuenta los KPI (Key Performance Indicators o indicadores clave del rendimiento) de cada uno de los objetivos planteados.
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