En un contexto en el que la resolución de problemas es una habilidad básica para cualquier puesto de trabajo, surgen diferentes metodologías para potenciar la productividad y hallar soluciones creativas. Una de ellas es lla metodología Design Thinking, que surge como una solución a los múltiples desafíos a los que se enfrentan tanto las empresas como el talento.
En Randstad queremos ayudarte a desarrollar estrategias que ayuden a alcanzar tu máximo potencial, por ello, en este artículo te explicamos qué es y cómo aplicar este método en tu día a día y tus equipos de trabajo.
¿qué es?
El Design Thinking es un enfoque centrado en la resolución de problemas de manera creativa e innovadora. Esta metodología se basa en comprender profundamente las necesidades del usuario y desarrollar soluciones que respondan a ellas. Se enfoca en la innovación, tanto si se trata del desarrollo de nuevas oportunidades, como en la mejora de la experiencia de usuario en sus diferentes etapas, por lo que ha demostrado ser altamente eficaz para enfrentar los retos a los que se han enfrentado las organizaciones durante los últimos años.
¿cómo funciona?
El proceso de Design Thinking se organiza generalmente en cinco fases clave, que son flexibles y no necesariamente lineales. El equipo puede moverse entre ellas en función de los hallazgos y de cómo evolucionen las soluciones.
- Empatía: analizar el problema desde un enfoque empático permite obtener una representación mucho más precisa de cómo afecta esta problemática a los usuarios o las empresas. Para obtener información en esta etapa suelen utilizarse técnicas como entrevistas individuales a profundidad, observación directa y mapeo de la experiencia de usuario que destaquen los puntos de mejora.
- Definir: Una vez recopilada la información, se pasa a la fase de definición del problema. Aquí, se sintetizan los datos obtenidos para enmarcar claramente el desafío que se va a resolver. El objetivo es crear una definición clara, precisa y centrada en el usuario, que puede expresarse en forma de una “declaración de problema” o “declaración de desafío”. Algunas de las técnicas utilizadas más comúnmente son la definición de un arquetipo de persona para el usuario y la declaración del problema desde el punto de vista (POV) de un usuario que necesita satisfacer una necesidad.
- Idear: la fase de ideación es en donde entra en juego la creatividad. La idea de esta etapa es poder ofrecer tantas soluciones potenciales como sea posible, sin juzgar o descartar ninguna en un principio. El objetivo es abrir la mente y explorar todas las posibilidades, incluyendo aquellas soluciones menos convencionales. Entre las estrategias más utilizadas durante la etapa de ideación se destacan la lluvia de ideas (brainstorming), el método SCAMPER (Sustituir, Combinar, Adaptar, Modificar, Poner en otro uso, Eliminar, Reorganizar), o mapas mentales que ayuden a visualizar cómo se conectan las ideas entre sí.
- Prototipar: una vez identificadas las ideas más prometedoras, es hora de prototipar. Un prototipo es una versión inicial, o modelo básico, del producto o servicio que se está diseñando. No tiene que ser perfecto, sino lo suficientemente funcional para poner a prueba las ideas. Los prototipos comúnmente incluyen maquetas, esquemas de baja fidelidad o storyboards.
- Evaluación: en esta etapa, los prototipos se ponen a prueba con los usuarios finales para recoger sus impresiones y comentarios. Esta fase es iterativa: las pruebas pueden revelar nuevos desafíos o necesidades que obliguen a retroceder y ajustar las fases anteriores. Para evaluar los resultados de esta fase se utilizan estrategias como pruebas de usuario o pruebas comparativas (A/B) en las que se le pregunta al usuario qué versión les resulta más cómoda o eficaz.
técnicas adicionales en el proceso de design thinking.
A lo largo de las distintas fases, hay muchas otras técnicas que pueden enriquecer el proceso, como:
- Mapas de empatía: Herramienta visual para resumir lo que un usuario “dice”, “piensa”, “siente” y “hace”.
- Bodystorming: Representaciones físicas de cómo los usuarios interactúan con un producto o servicio, una especie de teatro experimental.
- Blueprints de servicios: Diagrama detallado que muestra todos los puntos de contacto de un usuario con un servicio y los procesos detrás de escena que permiten esa experiencia.
El Design Thinking es mucho más que un proceso para diseñar productos; es una forma de pensar y de abordar los problemas a los que se enfrentan las industrias con creatividad, empatía y colaboración. Al involucrar a los usuarios en cada fase del proceso y al iterar constantemente sobre las ideas, esta metodología permite crear soluciones innovadoras que realmente responden a las necesidades humanas.