Ya que una gran parte de nuestra vida adulta transcurre en el trabajo, los riesgos para la salud que están relacionados con él y uno de los temas que más ha adquirido importancia durante los últimos años, pues hay muchos factores del entorno laboral que pueden afectar directamente la salud mental de los trabajadores.
Además, con los constantes cambios que hemos experimentado, incluso en nuestros entornos laborales, las nuevas tecnologías de comunicación y el incremento del acceso a Internet ha permitido laborar a millones de trabajadores a distancia y casi a cualquier hora del día. Sin embargo, en el campo laboral se ha incrementado el nivel de competencia en todo el mundo y ha dado lugar a presiones cada vez más fuertes para mejorar la eficiencia en relación con los costos y aumentar la productividad.
De igual manera, existen diversos factores que influyen en la salud mental de los trabajadores. Algunas de las problemáticas que afectan de manera importante en este aspecto son el acoso psicológico y la intimidación en el trabajo, también conocido como mobbing, los cuales son causantes frecuentes de estrés laboral, posibles problemas físicos y psicológicos, entre otros riesgos más que pueden derivar en ausentismo, pérdida de productividad y altos costos de atención de la salud.
De hecho, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud, la depresión en el trabajo es la causa principal de la reducción de productividad laboral, el aumento de días remunerados y el retiro prematuro.
Pero aunque parezca contradictorio, el trabajo es beneficioso para la salud mental, siempre y cuando exista un entorno laboral positivo, un lugar de trabajo saludable, promoviendo y protegiendo la salud, la seguridad y el bienestar de todos los trabajadores.
En Randstad sabemos que un ambiente de trabajo óptimo es una de las claves para potencializar el talento, por ello, te compartimos las siguientes prácticas para proteger y promover la salud mental en los lugares de trabajo:
- Aplicar y hacer cumplir las políticas y prácticas de seguridad y protección de la salud, que permitan detectar el estrés patológico, las enfermedades y el consumo nocivo de sustancias psicoactivas.
- Promover la participación del personal en las decisiones, transmitir una sensación de control y de participación e implantar prácticas en la organización que promuevan un equilibrio saludable entre la vida laboral y personal.
- Ofrecer a los empleados programas de desarrollo profesional.
- Reconocer y recompensar la contribución del personal.
- Poner al alcance de los trabajadores líneas de apoyo para la salud psicológica.
- Promover la práctica de actividades físicas, relajación y/o meditación.
Lo anterior, debe formar parte de una estrategia integrada de salud y bienestar que abarque la prevención, la detección temprana, el apoyo y la readaptación.
En México, por ejemplo, en 2019 entró en vigor la Norma Oficial Mexicana 035, la cual tiene como finalidad establecer los elementos para identificar, analizar y prevenir los factores de riesgo psicosocial (aquellos que pueden provocar trastornos de ansiedad, estrés grave derivado de la naturaleza de las funciones del puesto de trabajo o actos de violencia laboral al trabajador por el trabajo desarrollado), así como para promover un entorno organizacional favorable en los centros de trabajo.
Como conclusión, podemos decir que hay un progresivo reconocimiento de que el bienestar mental de los trabajadores tiene efectos positivos en los resultados de la organización, así como en la salud, la realización profesional y la calidad de vida del trabajador, aún cuando nos encontramos actualmente en tiempos de incertidumbre a nuestro alrededor.