Te has preguntado últimamente, ¿qué es lo que buscan los colaboradores de tu compañía? Día con día hay más empresas, mejores oportunidades y nuevas vacantes que representan una competencia para la retención de talento; y esto es algo que experimentan tanto las grandes como medianas y pequeñas empresas.
Un colaborador se puede asemejar tanto a un cliente como a un vendedor. A la hora de postularse para que se integre como parte de la compañía funge la versión del vendedor, pues está mostrando su mejor carta de presentación para poder ser elegido para la posición y en caso de que sea el candidato seleccionado, estará prestando sus servicios para cubrir un puesto en el que debe demostrar ser el mejor candidato. Y una vez que ya es parte de la compañía, se convierte en tu cliente, pues es momento de que tú también muestres “la mejor cara de la moneda” y vendas todas esas cualidades, beneficios y retribuciones que harán que él o ella siga apostando por compartir su talento.
Entonces, ¿por qué hoy en día es tan difícil que el talento se quede por varios años en las empresas como antes? La respuesta es simple, porque hoy ya no solo importa un salario justo, buenas prestaciones o el reconocimiento de tu jefe; va más allá en donde el colaborador pueda encontrar un equilibrio vida-trabajo, donde se sienta reconocido, en donde sus valores como persona empaten con los de la compañía para la que trabaja, donde no sea una nómina más, sino realmente un ser humano que está buscando superarse día con día y sea visto como tal; y ahí es donde aparece y se hace presente el salario emocional.
De acuerdo con BBVA México, el salario emocional es una serie de acciones ejecutadas con el propósito de atraer más talento a la empresa, potenciar la lealtad de todos los colaboradores, y de oír su retroalimentación en asuntos importantes. Algo que es necesario mencionar es que un salario emocional no compensa un salario económico más bajo.
Y aunque muchas veces creamos que este tipo de prácticas se llevan a cabo en nuestra empresa, debemos entender que esto va más allá de un termo con el branding de la organización o una palmada en la espalda. Por ejemplo, es bien sabido que a raíz de la pandemia muchos mexicanos supieron lo que es no tener que pasar 4 horas de su día en el tráfico y destinar este tiempo conviviendo con sus seres queridos o haciendo ejercicio en casa. Esto desencadenó que muchos colaboradores al momento de regresar a las oficinas declinaron la oferta porque ya era más importante su bienestar emocional que el económico.
Algunos ejemplos de salario emocional que marcan la diferencia actualmente:
1. Flexibilidad de horario
Esto no significa menos horas laborales o productivas, va más enfocado en el sentido de permitirle a cada empleado administrar su tiempo como más le convenga, siempre teniendo en cuenta que es primordial cumplir con sus objetivos. Esto ayudará a que los días entre semana no se vuelvan una monotonía y contribuyas a que destine su tiempo en cosas que lo hagan sentirse pleno.
2. Trabajo híbrido o remoto
La pandemia trajo consigo una nueva modalidad para trabajar y nos enseñó que podemos ser igual o más productivos trabajando desde casa, con la gran diferencia de que podemos eficientar el tiempo; por ejemplo, todas aquellas mujeres que acaban de ser madres el que trabajen desde casa les permite no interrumpir su carrera laboral, pero también tienen la posibilidad de pasar más tiempo con sus hijos.
3. Apoyo económico para certificación/posgrado
El salario emocional también puede ser tangible y este se puede presentar en una ayuda que le permita a tus colaboradores seguir creciendo profesionalmente. Esto refleja que te preocupas por su aprendizaje continuo y que es un elemento valioso para la compañía.
En Randstad estamos comprometidos con el bienestar de nuestros colaboradores, por lo que día con día buscamos incrementar y ser innovadores en estas prácticas, buscando el equilibrio entre la vida personal y laboral de cada una de las personas que trabajan para la compañía. Como expertos de Recursos Humanos sabemos que la médula espinal de las empresas son las personas, quienes siempre serán el recurso más valioso.