Capacitación, flexibilidad y actualización digital como los principales factores que las empresas deberán desarrollar para la atracción y retención del talento.
En 2019, las empresas enfrentarán diferentes desafíos, desde las cambiantes preferencias laborales de los trabajadores, hasta la continua presión por la actualización digital que las organizaciones necesitan encarar para reforzar su propuesta de valor y su marca empleadora.
En Randstad te compartimos las 8 tendencias del mercado laboral que el 2019 traerá para el mundo del trabajo.
1. El avance constante de la tecnología se convertirá en una norma.
Los trabajadores de hoy esperan un alto nivel de sofisticación digital en sus ámbitos de trabajo, las organizaciones deben abordar esta realidad dándole al mundo digital la relevancia que tiene, adoptando tecnologías que les permitan innovar y brindar la capacitación necesaria para ayudar a sus colaboradores en el uso la tecnología y herramientas digitales.
2. El cambio en cómo, cuándo, dónde y por qué se realiza el trabajo será continuo.
Las empresas están ofreciendo a sus colaboradores mayor flexibilidad. Esto implica una mayor fluidez entre la vida personal y laboral, por lo que se está volviendo común que las personas realicen tareas de su "vida personal" en horas laborales y lleven el trabajo a su casa en sus horas de "descanso". Las empresas también se están dando cuenta de que el compromiso de sus trabajadores crece al verse involucrados en los objetivos de la compañía, razón por la que están realizando esfuerzos por conectar los logros de los colaboradores con el de la empresa para obtener mayores ventajas competitivas.
3. La capacitación se convertirá en una expectativa.
Cuando las empresas no ofrecen oportunidades significativas para el crecimiento, los colaboradores se van. Brindar oportunidades de formación relevante, oportuna y bajo demanda será una de las estrategias más importantes de retención de talento para 2019.
4. Diversidad e inclusión ocuparán un lugar central.
Las compañías deberán centrarse en la diversidad e inclusión para atraer a un grupo más amplio de talento. Después de todo, contar con ideas y perspectivas diversas es un ingrediente clave en la innovación. Diversidad e inclusión son valores que requerirán la aceptación de todos, especialmente de los cargos gerenciales.
5. Las empresas deberán enfocar la contratación en el potencial del candidato y en la retención del talento.
Cuando las búsquedas permanecen abiertas por largos periodos, las empresas se ven obligadas a invertir más tiempo y dinero en el proceso de reclutamiento y selección, mientras que los equipos sobrecargados de trabajo se vuelven menos efectivos. Las empresas deberán pensar de manera diferente acerca de lo que hace un candidato de calidad, centrándose más en los atributos "imprescindibles" que en los "deseables". Además, deberán ser creativos para mejorar e incentivar la retención de talento a mediano y largo plazo.
6. La cultura de la empresa influirá en los candidatos
Una cultura organizacional positiva es un gran atractivo para los candidatos que evalúan diferentes oportunidades laborales, razón por la que resulta cada vez más importante que las empresas compartan mensajes externos que capturen y transmitan de manera precisa sus ambientes de trabajo. Y aunque resulte tentador comunicar solo aquellos puntos positivos que los empleados destacan de su lugar de trabajo, es clave que esta comunicación refleje de manera auténtica el clima laboral de la compañía.
7. Las herramientas de medición de desempeño evolucionarán.
Los procesos internos de evaluación de desempeño de los colaboradores se volverán más fluidos, incorporando nuevos modelos que brinden retroalimentación continua. Esto tendrá un impacto directo en los procesos de promoción, que en lugar de centrarse en pocos ascensos en plazos rígidos y estructurados, se orientarán a estructuras de promociones y retribución más graduales en las que los managers incentivarán a los colaboradores a tomar nuevos desafíos en forma permanente.
8. La inteligencia artificial (IA) se convertirá en una categoría de empleo.
Hoy en día pocas organizaciones consideran las herramientas de tecnología como parte formal de su fuerza laboral, esto está cambiando a partir de la irrupción de la inteligencia artificial. La tecnología, lejos de reemplazar al hombre, está ayudándolo a ser más productivo y a obtener resultados de mayor valor dentro de sus tareas.
Cada empresa es diferente, sin embargo, los líderes organizacionales que se tomen el tiempo para evaluar cómo estas tendencias del mercado laboral están afectando a sus compañías, estarán mejor preparados para mantener a sus empresas flexibles, creativas y rentables de cara a un futuro en el que el cambio se consolida como una constante.