Trabajar por objetivos, es una modalidad en crecimiento dentro del mercado laboral, que pretende mejorar los índices de productividad dentro de las empresas.
Las compañías que han adoptado este esquema ofrecen a sus equipos retribuciones variables dependiendo del trabajo realizado y los objetivos alcanzados, nunca en función de las horas empleadas para conseguirlos. Sin embargo, por las propias particularidades que implica, el trabajo por objetivos no es aplicable a todos los sectores ni a todas las profesiones.
El número de empresas que motivan a las personas con el trabajo por objetivos está aumentando día a día. Es cierto que para los colaboradores esto puede suponer un gran cambio a la hora de desempeñar sus funciones, pero, tanto para la empresa como para las personas que forman parte de ella, el trabajo por objetivos puede ofrecer grandes ventajas, una vez adaptados a los cambios; los más destacables serían la gestión del tiempo y el espacio de trabajo.
5 ventajas de trabajar por objetivos
- Contribuye a la eficiencia: las personas deben ser conocedoras de que el trabajo estará completado cuando se cumpla con los objetivos y que, por haberlo realizado satisfactoriamente, recibirán incentivos. Esta es una forma de recompensar la eficiencia, lo que ayudará a potenciarla y a mejorar los ratios de productividad.
- Motiva a las personas: esta modalidad afecta directamente a la psicología de los colaboradores, que se verán más motivados con este estilo de trabajo, puesto que pueden llegar a conocer sus verdaderos límites, descubrir sus capacidades y desarrollar un alto grado de autonomía.
- Mejor control de los resultados: resulta más sencillo medir los resultados, tanto para el talento como para su líder. La competitividad de la empresa puede aumentar considerablemente gracias al trabajo por objetivos, puesto que se podrá analizar de forma efectiva la eficiencia de las tareas realizadas.
- Potencia el desarrollo de talento: al realizar un seguimiento por objetivos de los procesos de trabajo, es más sencillo identificar a los colaboradores con mejores resultados. Si son varias las personas que ocupan el mismo puesto con tareas similares, analizar sus resultados en cuanto a calidad y productividad, resulta más fácil.
- Diferencia clara de roles: en ocasiones, el talento no es plenamente consciente de su función dentro de la empresa, ni de lo importante que resulta su trabajo para los objetivos globales de la compañía. En este sentido, el empleo orientado a resultados contribuye a establecer una diferenciación clara en las funciones de cada persona, delimitando las responsabilidades y mostrando de forma transparente su contribución al éxito de la empresa.
En resumen, esta metodología de empleo puede permitir a determinadas empresas, lograr una mejor organización y fomentar la efectividad y flexibilidad para sus trabajadores, alcanzando así su verdadero potencial. Su implantación será viable, o no, en función de los objetivos de la empresa, el sector del mercado al que pertenezca y el tipo de actividad que practican.